Ya sabes que
escribir es la mejor manera que encuentro para explicar y ordenar ese caos interior que
me caracteriza, que lo hago por egoísmo, porque solo así encuentro el camino.
Hoy celebramos el
día del padre y yo pienso en todo lo que puede significar para el mundo esa
palabra… . Padre es el que desde que llegamos a su vida comienza una historia
de amor que jamás será comparable a nada. Es padre quién pasará los primeros
meses y años de tu vida casi en vela, esperando el llanto o la primera sonrisa
del día, quién aún cuando seas ya mayor, aguardará el ruido de llaves de madrugada. Padre es quién te levanta con paciencia cada mañana, o quién después
de una dura jornada de trabajo apura los minutos para poder bañar a su bebé. Papá es quién a pesar del dolor, despide a su hijo cuando se
sube por primera vez en el bus que le llevará al cole y que repetirá ese dolor
cuando cojas tu primer avión sola o el día que decidas estudiar fuera de casa y
te ayude a trasladar todas tus cosas, con un peso terrible por la mezcla de
miedo y alegría que produce ese momento.
Papá es quién te
cogerá de la mano cuando te caigas, en todos los sentidos, el de la bici y el de la
vida. Y será el que más horas le eche a eso de recordarte que ante todo tienes
que ser bueno.
Pero para mí papá
es mucho más.
En primer lugar
eres ejemplo. El espejo en el que me miro y la tabla por la que mido cada acto.
La persona que, con su esfuerzo y dedicación, me enseña todas las cosas
importantes de la vida.
Por supuesto eres
abrazo, porque es en tus brazos donde yo encuentro la mayor seguridad. Y no
deberíamos perder nunca esa costumbre tan nuestra de abrazarnos cuando nos
vemos, puesto que nos llevaremos eso para siempre.
Eres olor, olor a ti, a protección, a tranquilidad, a casa.
Eres ternura, el
hombre que me ha enseñado a mostrar cariño y afecto, y quién siempre se ha
encargado de crear en mi una seguridad bien forjada.
Eres magia, porque me enseñas cada día lo importante que es creer en un sueño y poner toda la fuerza y trabajo para cumplirlos.
Eres las canciones que cantamos juntos, los viajes en los que aprendemos un poco más sobre el mundo, los libros que nos recomendamos y las películas que me has llevado a ver al cine.
Pero también eres dolor y preocupación, miedos y preocupaciones, sentimientos que el uno siente por el otro y que llevaremos cogidos de la mano toda la vida.
Eres el hombre de
mi vida en el más amplio sentido de la palabra, puesto que tú fuiste el encargado
de hacerme entender y creer que a todo, absolutamente a todo, en esta vida hay que ponerle
amor.
Hoy es un día
para que celebremos que todos los días nos queremos y sobre todo, un día para
valorar la suerte. La suerte de haber podido disfrutar de ti cada día de mi
infancia, de poder hacerlo ahora en otro punto vital, la suerte por haber recibido una educación y una vida maravillosa, por las conversaciones en el coche, por ser capaces de , a pesar de las diferencias, llegar siempre a un punto común y ,
en definitiva, la suerte por amar y ser amado, algo que me enseñaste desde muy
pequeña y que espero que sepas que he tomado de ejemplo y espero ser capaz de aplicar a todo en mi vida.
Eres un papá con
mayúsculas. Mi papá.
Te quiero.
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